martes, 7 de mayo de 2013

Luis de Góngora-Fábula de Polifemo y Galatea



 
       Os dejo unos fragmentos de la Fábula de Polifemo y Galatea, están sacados de este magnífico blog que os recomiendo.

Argumento de la obra:

La Fábula de Polifemo y Galatea consta de unos 500 versos repartidos en 63 octavas y recrea un mito relatado enLas metamorfosis del poeta latino Ovidio (poema del siglo I). El pastor Polifemo, que es un cíclope, ama a Galatea, una hermosa ninfa del mar, pero ella no le corresponde. Un día, Galatea conoce a Acis y se siente atraída de inmediato por él. Los dos jóvenes se entregan al amor escondidos tras unas hiedras, pero Polifemo los descubre por azar y reacciona airadamente. Aplasta a Acis con una roca, pero las divinidades marinas, que habían sido aclamadas, transforman la sangre del pastor en agua fluyente que llega hasta el mar. Allí, Doris (diosa del mar y madre de Galatea) lo acoge como nueva divinidad: el dios del río.

La gruta de Polifemo (octavas IV-VI)

Tras dedicarle su poema al conde de Niebla (octavas I-III), Góngora describe el escenario de su historia: un lugar de la costa de Sicilia, isla cuya actividad volcánica se vincula con dos figuras mitológicas: el dios Vulcano y el gigante Tifeo (octava IV). En concreto, Polifemo vive en una oscura gruta rodeada de árboles y poblada de aves nocturnas, donde alberga asimismo a su multitudinario rebaño de cabras (octavas V-VI).


IV
Donde espumoso el mar sicilïano
el pie argenta de plata al Lilibeo 1
(bóveda o de las fraguas de Vulcano,
o tumba de los huesos de Tifeo),
pálidas señas cenizoso un llano
-cuando no del sacrílego deseo del
duro oficio da. Allí una alta roca
mordaza es a una gruta de su boca.

Notas:

1. La metáfora se inspira en la acción de abrillantar los zapatos de una persona mientras los lleva puestos.
Reordenación de la estrofa:
Donde el mar siciliano, espumoso, argenta de plata el pie al Lilibeo (bóveda de las fraguas de Vulcano o tumba de los huesos de Tifeo), un llano da, cenizoso, pálidas señas del duro oficio, cuando no del sacrílego deseo. Allí una alta roca es mordaza de su boca a una gruta.
Explicación:
En el extremo occidental de la isla de Sicilia hay un promontorio llamado Lilibeo. Más hacia el este se alza el Etna. Hay varias leyendas mitológicas que pretenden explicar la actividad volcánica del Etna. Según una de ellas, el volcán era la chimenea de la fragua de Vulcano, situada bajo la isla. Vulcano forjaba en su fragua los rayos que lanzaba Júpiter durante las tormentas. Según otra leyenda, antes de que el hombre poblara la Tierra ésta la habitaban por los gigantes, que trataron de escalar el monte Olimpo, la morada de los dioses, para dominarlo también, pero fueron aniquilados. Uno de ellos, Tifeo, fue sepultado vivo por una gran roca que le lanzó Júpiter, roca que se convirtió en la isla de Sicilia y el Etna era el respiradero por donde el gigante exhalaba su aliento. Así pues, las erupciones del Etna eran los escupitajos de fuego que lanzaba el gigante de pura rabia.
El llano, con sus cenizas, da muestras de la actividad del Etna, es decir, señas del duro oficio (el oficio de herrero de Vulcano) o del sacrílego deseo (que tuvieron Tifeo y los demás gigantes de invadir el Olimpo). Pálidas puede entenderse como débiles (pálidas señas = débiles indicios) o bien como lúgubres, pues en la literatura latina es habitual calificar a la muerte como pálida. Así, pálidas señas = señales de muerte. Los últimos versos significan que una roca hace de mordaza a la boca de una gruta (es decir, la cierra).

V
Guarnición tosca de este escollo duro
troncos robustos son, a cuya greña 2
menos luz debe, menos aire puro
la caverna profunda, que a la peña;
caliginoso lecho, el seno obscuro
ser de la negra noche nos lo enseña
infame turba de nocturnas aves 3,
gimiendo tristes y volando graves.

Notas:
2 Greña aquí representa la copa de los árboles, que es densa y está alborotada, es decir, que los árboles tienen un ramaje espeso y revuelto.
La infame turba de aves nocturnas es la horrible bandada de aves que demuestran lo tenebrosa que es la cueva a través de sus gemidos y de su vuelo.

Reordenación de la estrofa:
[Unos] troncos robustos son [una] tosca guarnición de este escollo duro, a cuya greña la caverna profunda debe menos luz, menos aire puro que a la peña. [Una] infame turba de aves nocturnas nos enseña el seno obscuro, lecho caliginoso, ser de la negra noche.
Explicación:
La caverna debe menos luz a la greña que a la peña. Equivalentemente: la greña da menos luz a la caverna que la peña. Decir "dar menos luz" en lugar de "quitar más luz" es un ejemplo de lítote, o atenuación, como cuando decimos "no es tonto", en lugar de "es muy listo". Por otra parte, afirmar que los árboles quitan más luz a la cueva que la roca es una hipérbole, o exageración, con la que quiere expresarse lo frondosos que eran los árboles.

VI
De este, pues, formidable de la tierra
bostezo 4, el melancólico vacío
a Polifemo, horror de aquella sierra,
bárbara choza es, albergue umbrío
y redil 5 espacioso donde encierra
cuanto las cumbres ásperas cabrío,
de los montes esconde: copia bella
que un silbo junta y un peñasco sella.

Notas:
La entrada de la cueva parece la boca de una persona cuando bosteza.
5 redil: lugar en que se recoge el ganado.


Reordenación de la estrofa:
El melancólico vacío de este, pues, bostezo formidable de la tierra es a Polifemo, horror de aquella sierra, choza bárbara, albergue umbrío y redil espacioso donde encierra cuanto cabrío esconde las cumbres ásperas de los montes: copia bella que un silbo junta y un peñasco sella.
Explicación:
Cabrío es ganado cabrío. El ganado de Polifemo es tanto que esconde (oculta, cubre completamente) las cumbres de los montes. "Copia bella" ha de entenderse como bello número, un gran número. Los pastores guían a las cabras con silbidos. En cuanto Polifemo silba, sus cabras se reúnen y entran en su cueva, que después el cíclope cierra con la roca.

Retrato de Polifemo (octavas VII-XII)

Góngora retrata a Polifemo, gigante provisto de un solo ojo, que usa un pino a modo de bastón (octava VII). Nos recuerda que Polifemo es hijo de Neptuno, el dios del mar, aunque omite que su madre es la ninfa Toosa. El cíclope es equiparado con elementos de la naturaleza: su cuerpo es un monte, su cabello es un río y su barba es un torrente impetuoso (octava VIII). Polifemo lleva un pellico -zamarra- confeccionado con la piel de las fieras que caza (octava IX) y un zurrón lleno de frutas (octavas X-XI), y toca una enorme zampoña -instrumento rústico a modo de flauta- fabricada con cien cañas enormes, cuya horrenda música desconcierta a los animales del bosque y alborota las aguas del mar (octava XII).

VII
Un monte era de miembros eminente 6
este que —de Neptuno hijo fiero—
de un ojo ilustra el orbe de su frente,
émulo casi del mayor lucero;
cíclope a quien el pino más valiente
bastón le obedecía tan ligero,
y al grave peso junco tan delgado,
que un día era bastón y otro cayado 7.
Notas:

Significa que era un monte al que le sobresalían los brazos y las piernas.
7 cayado: Bastón cuyo mango tiene forma de gancho. 

Reordenación de la estrofa:
Era como un eminente monte de miembros humanos este cíclope, feroz hijo del dios Neptuno. En la frente de Polifemo, amplia como un orbe, brilla un solo ojo, que podría casi competir aun con el Sol, nuestro máximo lucero. El más alto y fuerte pino de la montaña lo manejaba como un ligero bastón; y, si se apoyaba en él, cedía al enorme peso, cimbreándose como delgado junco, de tal modo, que, si un día era bastó, al otro ya estaba encorvado como un cayado.
Explicación:
La frente de Polifemo es un orbe al que ilustra (ilumina) de un ojo [= con un ojo, igual que un clavo se clava de/con un martillazo o un vaso se llena de/con agua]. Este único ojo compite en brillo con el Sol. Por eso la frente es un orbe (mundo), porque tiene su propio Sol.
Notemos que en castellano se puede decir "le obedece [siendo] sumiso", pues aquí tenemos lo mismo con un sustantivo: "le obedece [siendo, a modo de] bastón". El pino más valiente sirve de bastón a Polifemo, pero se dobla como un delgado junco ante su grave peso y así, al día siguiente ya no parece un pino recto, sino un cayado curvado para siempre.

VIII
Negro el cabello, imitador undoso
de las oscuras aguas del Leteo,
al viento que lo peina proceloso 8
vuela sin orden, pende 9 sin aseo;
un torrente es su barba, impetuoso
que —adusto hijo de este Pirineo—
su pecho inunda— o tarde, o mal, o en vano
surcada aun de los dedos de su mano.
Notas:

8 proceloso: huracanado, tempestuoso.
pende: cuelga.

Reordenación de la estrofa:
El cabello negro, imitador undoso de las obscuras aguas del Leteo, vuela sin orden, pende sin aseo al viento que lo peina proceloso; su barba es un torrente impetuoso que - adusto hijo de este Pirineo - inunda su pecho aun surcada de los dedos de su mano o tarde, o mal, o en vano.
Explicación:
En la estrofa anterior se ha dicho que Polifemo es un monte, y ahora su cabello y su barba son descritos como ríos que descienden del monte. El cabello imita al Leteo (uno de los ríos del infierno), cuyas aguas eran negras, y su barba es como un río de lava (adusto en el sentido de ardiente y moreno, undoso en el sentido de con olas y ondulado) que desciende del cíclope, el cual es como un Pirineo (un monte).
El río de su barba inunda su pecho caóticamente, a pesar de que el intenta arreglársela peinándola toscamente con sus dedos, pero lo hace tarde [= pocas veces] o mal [= sin cuidado] o, en cualquier caso, en vano, pues su barba no se deja dominar.

IX
No la Trinacria 10 en sus montañas, fiera
armó de crueldad, calzó de viento,
que redima feroz, salve ligera
su piel manchada de colores ciento:
pellico 11 es ya la que en los bosques era
mortal horror al que con paso lento
los bueyes a su albergue reducía,
pisando la dudosa luz del día.
Notas:

10 Tinacria: Isla de Sicilia.
11 pellico: chaqueta. 


Reordenación de la estrofa:
La Trinacria no armó fiera [alguna] de [suficiente] crueldad o [la] calzó de [tanto] viento que redima feroz [o] salve ligera su piel manchada de cien[to] colores: pellico es ya la [fiera] que en los bosques era horror mortal al que reducía con paso lento los bueyes a su albergue, pisando la dudosa luz del día.
Explicación:
La Tinacria no ha criado un animal lo bastante fiero o ligero como para salvar su piel (salvarse) del cíclope.
Un animal veloz vuela más que corre, así que calzarlo de viento es ponerle viento en los pies, es decir, hacerlo capaz de correr velozmente.
La fiera a la que temía el campesino ahora es una chaqueta. Góngora alude al labrador a través de un rodeo: es el hombre que pisa la luz débil del atardecer mientras recoge con lentitud en su establo a los bueyes con los que ha trabajado durante el día.
La dudosa luz del día es la luz que hace dudar a la vista, la poca luz que queda justo antes del anochecer.



Retrato de Galatea. Octavas XIII-XIV

GalateaPolifemo ama a Galatea, bella ninfa del mar de ojos brillantes, piel blanquísima y mejillas rojizas (13-14). Con sus numerosos encantos, Galatea despierta la envidia de las otras ninfas, el amor de los dioses del mar y la adoración de los hombres de Sicilia (15-22). Sin embargo, no parece dispuesta a corresponder a sus pretendientes.

XIII
Ninfa, de Doris hija, la más bella,
adora, que vio el reino de la espuma.
Galatea es su nombre, y dulce en ella
el terno Venus de sus Gracias suma 12.
Son una y otra luminosa estrella
lucientes ojos de su blanca pluma:
si roca de cristal no es de Neptuno,
pavón de Venus es, cisne de Juno.
Notas:12 terno: trío. Aquí se refiere a las tres Gracias, divinidades que encarnaban la belleza, la alegría y la juventud.

Reordenación de la estrofa:
Adora Polifemo a una ninfa, hija de Doris, y la más bella del reino marino de la espuma. Se llama Galatea, y en ella resume dulcemente Venus los encantos de sus tres Gracias. Son sus ojos dos luminosas estrellas ... y fulguran sobre su piel tan blanca como la pluma del cisne. Reúne Galatea las características del pavón o pavo real (tener ojos en la pluma) y del cisne (la pluma blanca). Y como el pavo real está consagrado a Venus y el cisne a Juno, podemos decir que es un pavón de Venus, o bien cisne de Juno, si ya no queremos llamarla roca cristalina de los mares de Neptuno.
Explicación:
Los ojos de Galatea son como estrellas, y estas dos estrellas son como ojos [= lunares] sobre la blanca pluma que es su piel. En Galatea se confunden las características del cisne y del pavo real: su piel es blanca como las plumas del cisne, pero tiene ojos como las plumas del pavo real. Por ello, es como un pavo real que Venus aceptaría entre sus cisnes (Venus se vincula con el cisne) o como un cisne que Juno aceptaría entre sus pavos reales (Juno se vincula con el pavo real).

XIV
Purpúreas rosas sobre Galatea
la Alba13 entre lilios cándidos deshoja:
duda el Amor cuál más su color sea,
o púrpura nevada, o nieve roja.
De su frente la perla es, eritrea 14,
émula15 vana. El ciego dios se enoja,
y, condenado su esplendor, la deja
pender en oro al nácar de su oreja.

Notas:
13 La Alba o Aurora es la diosa del amanecer (rojizo).
14 eritrea: del mar Rojo (es la perla del mar que hay en ese país; tiene fama por sus perlas blancas).
15 émula: competidora. 

Reordenación de la estrofa:
La Aurora deshoja sobre Galatea sus rayos luminosos que serán rosas rojas como la púrpura, entremezcladas con lirios blancos. Duda el amor y no se determina a decir cuál sea el verdadero color de la ninfa: si púrpura nevada o si roja nieve; tan ligados y matizados están en ella ambos colores. En vano la perla del mar Eritreo quiere competir con la frente de Galatea. El ciego dios del amor (Cupido), se enoja al ver el atrevimiento de la perla, y condenando su esplendor, la relega, engastada en el oro de un zarcillo, a pender de la nacarada oreja de la muchacha.
Explicación:
La piel de Galatea parece hecha de lirios blancos, pero el rubor de sus mejillas hace pensar que la Aurora (o Alba) ha desojado sus rosas sobre esos lirios. El Amor (el dios ciego -porque se le representaba con una venda en los ojos-), se enfada con la perla por intentar competir con Galatea y declarando que el brillo (esplendor) de la perla eritrea es inferior al de la frente de Galatea, castiga a la perla a pender, montada en oro, de la oreja de Galatea, que es comparada con el nácar.




El amor de Acis y Galatea (Octavas 23-42)

Un día, Galatea se queda dormida a la orilla de una fuente, adonde llega el joven Acis para beber agua (23-24). Acis, bellísimo hijo de un fauno, adora a Galatea, y le deja a modo de ofrenda un cestillo con leche, almendras, manteca y miel (25-27). Cuando Galatea despierta, se pregunta de quién será el regalo (28-29) y, justo entonces, Cupido la hiere en el pecho con una de sus flechas de amor (30-31). Galatea queda así enamorada de Acis, a quien encuentra poco después tumbado en la hierba, con los ojos cerrados, así que interpreta que está dormido, cuando en realidad Acis está fingiendo el sueño (32-37). De repente, el joven se levanta e intenta besarle el pie a Galatea, quien se asusta mucho (38). Al poco, sin embargo, la ninfa cede a los requerimientos de Acis, y los dos jóvenes se reclinan bajo una peña rodeada de frondosas hiedras, donde se besan y se entregan al amor (39-42).

La ira de Polifemo (Octavas 43-63)

Está atardeciendo y, mientras Acis y Galatea disfrutan de su amor, Polifemo sube a la cima de un peñasco que domina la playa y empieza a tocar su zampoña (43-44). Al oír la música, Galatea se asusta tanto que piensa en huir, pero acaba permaneciendo junto a Acis (45). Polifemo entona una canción en que llora el desdén de Galatea, siempre inaccesible a sus galanterías (46-58), e interrumpe de pronto su canto para apedrear a unas cabras que están destrozando unas viñas (59). Algunas piedras caen muy cerca de Acis y Galatea, quienes, asustados, corren hacia el mar (60). Al ver a la pareja, Polifemo sufre un brusco ataque de celos y arroja una enorme peña sobre Acis, quien muere aplastado (61-62). Desesperada, Galatea llama a las divinidades marinas, que convierten la sangre y los huesos de Acis en un cristalino arroyo. El agua avanza hacia el mar, donde es recibida por Doris, madre de Galatea, quien nombra a Acis río de Sicilia.

LXII
Con violencia desgajó infinita
la mayor punta de la excelsa16 roca,
que al joven, sobre quien la precipita,
urna es mucha, pirámide no poca.
Con lágrimas la Ninfa solicita
las deidades del mar, que Acis invoca:
concurren todas, y el peñasco duro
la sangre que exprimió, cristal fue puro.

Notas
16 excelsa: alta, elevada. 
Reordenación de la estrofa:
Desgajó con infinita violencia la mayor punta de la roca excelsa, que es mucha urna [y] no poca pirámide al joven sobre quien la precipita. La ninfa solicita con lágrimas las deidades del mar que Acis invoca; concurren todas y la sangre que exprimió el peñasco duro fue cristal puro.
Explicación:
Urna y pirámide son recipientes de cadáveres. La roca es para Acis una enorme urna o pirámide que lo sepulta, o sea, Acis muere aplastado por la roca. Las deidades convierten a Acis en río, de modo que la sangre se convierte en agua (cristal puro).


LXIII
Sus miembros lastimosamente opresos
del escollo 17 fatal fueron apenas,
que los pies de los árboles más gruesos
calzó el líquido aljófar 18 de sus venas.
Corriente plata al fin sus blancos huesos,
lamiendo flores y argentando19 arenas,
a Doris llega que, con llanto pío,
yerno lo saludó, lo aclamó río.

Notas:

17 escollo: roca, piedra.
18 aljófar: rocío, gotas de rocío.
19 argentando: plateando, dando brillo de plata. 

Reordenación de la estrofa:
Apenas sus miembros fueron lastimosamente opresos del escollo fatal, que el líquido aljófar de sus venas calzó los pies de los árboles más gruesos. [Siendo] al fin corriente plata sus blancos huesos, lamiendo flores y argentando arenas [Acis] llega a Doris, que con llanto pío lo saludó [como] yerno, lo aclamó [como] río.
Explicación:
La sangre de Acis se había convertido en perlas líquidas, en nácar líquido. "Acis llega a Doris" significa que el río llega al mar, donde está Doris. Doris lo saluda como yerno (a título póstumo) y lo aclama como a río, es decir, celebra el milagro que lo ha convertido en río, lo felicita por este honor (con llanto devoto, pues lo cierto es que ha muerto).
 El hecho de reconocerlo como un río equivale a convertirlo en dios, porque en la Antigüedad los ríos eran divinidades.






No hay comentarios:

Publicar un comentario